viernes, 7 de marzo de 2014

Fotografías antiguas

Desde hace años mi tío ha ido recogiendo datos y fotografías antiguas de la familia. En muchos casos las imágenes son únicas y no es posible encontrarlas en otro sitio. De algunos tatarabuelos estas imágenes en blanco y negro y su nombre es todo lo que nos ha quedado de ellos.
Jesús tenía poco más que su ropa cuando lo condenaron, no dejó nada escrito, ni tampoco disponemos de ninguna imagen de él que sea más o menos fiable. Todo lo que tenemos son los recuerdos que nos han transmitido sus discípulos: hechos, palabras, impresiones...
En la cultura judía de aquel tiempo, básicamente oral, había formas de expresión que facilitaban la retención de las ideas que se quería transmitir: parábolas, adagios, repeticiones dentro de un mismo discurso, gestos simbólicos que acompañan una idea... Gracias a todos estos recursos empleados por Jesús se ha conservado la mayor parte de su mensaje.
Aparte pero de sus explicaciones hay otra fuente de información para conocerlo. Son las reacciones que despertó su acción: la alegría de algunas personas, la reacción adversa de las autoridades, un entusiasmo popular que no duró mucho, la fidelidad de un grupo de discípulos...
Este grupo de seguidores que podían ser doce o más dependiendo de las informaciones; pescadores, trabajadores humildes, algún aventurero, alguna mujer... colaboraron con él, aunque no siempre le entendieron, y le siguieron hasta casi el final. En Jerusalén le dejaron solo y huyeron. La reacción de los discípulos parece confirmar que eran, eso, simples seguidores sin demasiada iniciativa ni criterio.
Pero contra todo pronóstico, después de desaparecer, los discípulos regresaron. No es fácil de reconstruir al detalle qué ocurrió exactamente, los mismos evangelios dan explicaciones diversas. Aunque todo indica que descubrieron algo de Jesús que cambió, esta vez sí, su vida.
El cambio de actitud de los discípulos explica mucho más que sus palabras. Su retorno, su resurrección como discípulos y como grupo, nos habla de la resurrección de Jesús. Su nueva forma de actuar da a conocer, revela, la nueva vida de Jesús que ellos ya han hecho suya. La alegría, la confianza, la valentía de los discípulos es, como una fotografía a todo color, la mejor imagen de la resurrección de Jesús. También hoy, vivir como resucitados es el principal argumento que tenemos los seguidores de Jesús para hablar de su resurrección.