sábado, 12 de diciembre de 2015

Debilidad

¿Estás dispuesta a confiar, a creer, a esperar más allá de lo que parece razonable? Esta perspectiva te hará más libre y descubrirás ante ti un horizonte lleno de posibilidades que nunca habías imaginado. Déjame pero por un momento que te hable de dificultades: la fe te da una visión más amplia y más profunda del mundo y de las personas... pero también hace que veas más claramente tus limitaciones.
Hay una gran desproporción entre querer amar a los enemigos, o desear anunciar a los pobres un cambio de vida, y los recursos de que dispones para hacerlo posible. La fe no esconde nuestras debilidades sino que las hace más evidentes. Descubrirlas puede ser un primer paso para superarlas pero no esperes que la fe las borre de golpe.
Sí, ya me imagino que estás pensando: si con la fe no te ahorras nada sino que más bien te complica la vida, ¿no es perjudicial? Más de una persona se echa atrás cuando se da cuenta de las complicaciones que tiene creer pero no está nada claro que dejar de tener en cuenta las dificultades sea una buena solución.
La fe auténtica es a la vez conciencia de las limitaciones y confianza en que se pueden superar. La fe es la capacidad de gestionar nuestros límites no dándolos por definitivos, tampoco ignorándolos, sin desesperarnos ni dejarnos engañar por el optimismo fácil. La fe nos da la vez el atrevimiento y la serenidad para responder con nuestras fuerzas limitadas a retos ilimitados.